miércoles, 8 de mayo de 2013

Un último adiós nunca es suficiente.


8 de mayo del 2013. 7:50pm

Hoy la vida de quien fue una de las mayores influencias en mi vida, acabó. Sé llevó consigo muchas cosas que en su lecho logré agradecerle y que probablemente nunca le había dicho. Fue una de las personas que mas influyo en mi vida, me abrió las puertas a mundos que probablemente sin ella nunca habría visitado. Me ayudó a construir todo lo que mi imaginación quiso, y me enseño ayudo a buscar en las estrellas. Cuando era niño, ciertamente odiaba sus regaños, odiaba que me enviara al baño a quitarme las costras en el cuello y orejas. Pero con el tiempo, las costras siguieron, y  los regaños también, pero dejé de odiar los regaños, en sí, hasta cierto punto los disfrutaba. Visitarla era como visitar a la inquisición, siendo uno el mayor de los herejes. Todo era un juego de palabras para el cual había que llegar preparado y que no cualquiera lograba entender.  El día en que se fue, me percaté de que me tenía un apodo, el cual ahora rio con solo pensarlo. Es extraño saber como siempre tuvo un plan, y lo consiguió. Nos cuidó de lejos muchos años, no tan cerca como ella quería, pero lo logró.  
Libros, legos, y recuerdos. ¿Que mejor que eso?

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